jueves, 25 de junio de 2015

DARUGR

Una de las variaciones más aterradoras del zombie, el mito del Draugr (también conocido como Draugur, Dreygur o Draugen o Aptrganga) aparece en la mitología del norte de Europa; donde se manifesta como el cadáver reanimado de un guerrero vikingo que usualmente protege los tesoros con los que se le enterró.
Los Draugar (plural) tienen una fuerza sobrehumana, pueden incrementar su tamaño a voluntad y van acompañados del inconfundible olor de la putrefacción. Un Draugr puede tener o no consciencia de quién es, y existe ya sea para proteger su tesoro, ocasionar el caos o atormentar a aquellos que lo dañaron en vida.
Thorolf, un Draugr famoso; es decrito como "incorrupto, con un aspecto feo... hinchado hasta tener el tamaño de un buey", con un cuerpo increíblemente pesado y con las habilidades de reformarse a partir de una nube de humo y el poder "nadar" a través de roca sólida, una habilidad que usa para salir de su tumba.
En el folklore, los Draugar matan a sus víctimas de maneras diversas: desde aplastarlos con su gran peso, devorar su carne, crecer para poder devorarlos enteros, obligándolos a volverse locos e incluso el beber su sangre.
La presencia de un Draugr puede volver loco a un animal; e incluso algunos más poderosos son capaces de hacer que las aves de un área cercana a su tumba mueran instantáneamente, y enloquecer a las personas.
Tienden a atacar a los animales y a los pastores.
También se cree que los Draugar poseen habilidades mágicas conocidas como "trollskap", que incluyen el cambio de forma, manipulación del clima y el poder ver el futuro. Se cree que un Draugr puede transformarse en una foca, un gigantesco toro sin piel, un caballo gris sin orejas y cola; o un gato que se trepa al pecho de las personas que duermen, y se vuelve más y más pesado; hasta que la víctima se sofoca.
El Draugr Thrain podía transformarse en un animal similar a un gato en la saga de Hromundar.
Los Draugar también pueden entrar a los sueños de los vivos, de lanzar maldiciones, ocasionar enfermedades y crear oscuridad durante el día. Si bien un Draugr prefiere operar durante la noche, no es afectado por los rayos del sol como un vampiro; y su presencia se hace anunciar gracias a una poderosa luz que sale de un túmulo en el cual yace un vikingo muerto.
Los Draugar son inmunes a ser heridos con armas, y solo un héroe con la fuerza y valor suficientes puede hacerle frente a tan formidable enemigo. El hierro puede herirlos, pero no lo suficiente para matarlos; y el método más efectivo para matarlos es cortar la cabeza de un Draugr, quemar el cadáver y arrojar las cenizas al mar; todo esto para hacerle saber al Draugr que está muerto.
Los Draugar pueden ser de un color azul pálido, azul oscuro o de un color verdoso.
Creación de un Draugr.
Para saber si un cadáver se transformará en un Draugr, se debe cerciorar que el cadáver esté en una posición horizontal. Si se encuentra de pie o sentado, esta es una indicación que se levantará como un Draugr. También, una persona particularmente cruel, codiciosa y malvada se transformará en un Draugr. 
A diferencia de los fantasmas de la tradición occidental, el Draugr permanece en tierra con la finalidad de proteger su oro y ocasionar el mayor caos posible; pero también (al igual que un zombie), una persona puede transformarse en uno de estos seres si es mordido por uno.
En la saga de Grettir el Fuerte, el personaje Glámr se transforma en un Draugr luego de luchar con uno; y en la saga de Eyrybiggia; un pastor es asesinado por un Draugr, volviendo a la noche siguiente como uno.
Para evitar la transformación en un Draugr, se deben colocar unas tijeras abiertas sobre el pecho de un recién fallecido, y se deben colocar ramas y paja entre sus ropas. Los dedos pulgares del pie deben atarse con agujas insertadas a través de la planta del pie, para impedir que el Draugr camine.
También se dice que el ataúd debe ser cargado y bajado en tres diferentes direcciones mientras se le retira de casa para confundir el sentido de orientación del Draugr.
Aunque el método más efectivo era el de "la puerta del cadáver"; en el cual se debía conducir al cadáver con los pies al frente, para que no pudiera ver por donde iba. En la saga de Eyrbyggia, los Draugar en el hogar de Kiartan fueron conducidos por la "puerta del juicio", donde pasaban y eran juzgados, para luego ser forzados a salir del hogar por medio de este método. El hogar era entonces purificado para evitar que volvieran.



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